(Por Clemente Sánchez U)
¿Cuándo deja de aprender el ser humano?
¿Cuándo deja de sentir dudas e indecisiones?
¿Cuándo está preparado para enfrentar lo que ha hecho o dejado de hacer con su vida?
Al menos para Mariana Atienza, una mujer originaria de Paramonga, muy cerca de Lima, Perú, cada uno de sus 40 años de vida, representan días y semanas de reflexión, de anécdotas, de charlas, de enfrentamientos, de dudas e indecisiones, de revelaciones, y hasta de fantasías que al final, sólo comprobarán que el ser humano nunca deja de aprender mientras siga realizando una simple acción, tan simple y tan compleja: Respirar.
Esa respiración acompaña al personaje protagónico de la obra ¡Respira!, original de Eduardo Adrianzén, ganadora del Premio de Dramaturgia de Lima, Perú en 2008, y que además en 2011, se presentó tanto en la Muestra Latinoamericana de Teatro de Grupo en Sao Paulo, Brasil, como en la Feria de las Culturas Amigas de la Ciudad de México, representando en ambos casos al Perú.
Pero la respiración de Mariana no está sola. La acompañan otras respiraciones en escena como las de Renato (su hermano), de Pilar (una reconocida médico pediatra y además, madre de Mariana), de Felipe (un ingeniero industrial activista y padre de Mariana), así como de otros personajes que se irán revelando al paso de la puesta en escena presentada por MB Artes Compañía de Teatro Manuel Bauche Alcalde y Calomba Escuela y Compañía de Teatro, bajo la dirección y producción de Carla Lorena Bauche.
Una obra que de acuerdo con el programa de mano "refleja el sentir político y social de los años 70 de una manera irónica, divertida y deliciosamente irreverente, donde experimentamos los acontecimientos de una familia de clase media liberal y acomodada de Lima, en un momento importante para toda América Latina: el inicio de Sendero Luminoso, grupo terrorista que llevó a Perú a someterse a una guerra interna entre los años 1980 y 1992".
Una puesta en escena que devela discusiones familiares, intolerancia entre los grupos activistas de izquierda y derecha del Perú, así como las acciones y confesiones de sus propios personajes, desde la familia de la propia Mariana, hasta conocer a su compañero de escuela, Walter, y su extremadamente conservadora abuela, pero al mismo tiempo soportar a ciertas autoridades de la escuela de Mariana y Walter que provocarán tensión, impotencia, despotismo y rabia, al grado que logren hacer que uno de los símbolos más universales de este planeta, se torne en un elemento catártico para tratar de sobrellevar la realidad de los años 70, pero al mismo tiempo exprese desde el ámbito más humano y menos divino, las contraposiciones que toda sociedad puede llegar a enfrentar.
Quede hasta ahí el compartir un poco de la trama que el espectador vivirá durante este montaje de un solo acto, cuyo tema, dinámica y situaciones hacen que transcurra demasiado rápido el tiempo, sin darnos cuenta, sin darnos oportunidad al más mínimo parpadeo, porque cada acción que perdamos, será una respiración que determinará la siguiente acción de los personajes. No podemos decir más porque es necesario que el público, para que la disfrute, tiene que vivir la experiencia en persona.
Sin duda, lo que no podemos dejar de complementar es aplaudir la dirección de Carla Lorena Bauche, ya que ha sido un factor fundamental para que la obra logre ese movimiento ágil de acciones, que aunado al indiscutible talento de su reparto, estelarizado por Eréndira Morfin (Mariana), José Antonio López Tercero (Felipe -el papá- y Walter -el compañero-), Susana Villarreal (Pilar -la mamá-), Raymundo Elizondo (Jesús), Oscar Alberto Fontana (Renato -el hermano de Mariana), Irving Guerrero (El Ministro) y Virginia Bauche (Herlinda -Abuela de Walter-), llevan al espectador a sentir, vivir y emocionarse con lo que Mariana y todos quienes la rodean, tienen que contar y compartir.
Cada uno de los artistas en escena es protagonista de la obra. Y aunque el personaje de Mariana describe buena parte de las acciones y contexto de su relato, se agradece que la construcción de la obra, permite que cada personaje actúe, pero también sea el propio narrador de su propio ser, con lo cual, realmente conocemos el sentir de cada uno de ell@s. ¡Bravo por el reparto y la directora de Respira! Todos resultaron magistrales porque logran tocar fibras sensibles que hacen que el público viva con cada uno de ell@s, la respiración de cada personaje, y aunque con algunos se despiertan más emociones de desprecio y ganas de "darles de patadas", como decían los abuelos, con todos se viven reflexiones y momentos que hacen regresar nuestras vidas desde los 10 años, y preguntarnos qué tan lejanas o parecidas situaciones vivimos o vimos vivir en gente cercana a nosotros y que ahora Mariana, Renato, Pilar, Felipe, Walter, la abuela, el ministro y un crucifijo, nos compartieron en poco menos de dos horas de función.
¡Respira! es una obra que se ha compartido con muchos espectadores, pero todavía faltan muchos más por vivirla. No es una obra simple, es tierna y fuerte al mismo tiempo, cuestiona y enfrenta, denuncia y calla, alborota y al mismo tiempo respeta. Por eso, es una puesta en escena de la que BWW Mexico estará pendiente para seguir dando cuenta de las experiencias que despierte en los públicos que ahora se interesen por verla.
Y para concluir esta nota, vaya un reconocimiento muy especial a José Antonio López Tercero, quien interpreta dos personajes nada fáciles de ¡Respira!: Felipe -el papá de Mariana- y Walter -su compañero de escuela-, además de desempeñarse como Asistente de Dirección del propio montaje, y a quien hemos podido disfrutar en sus interpretaciones de papeles en grandes musicales que se han llevado a escena en este país, pero que ahora hace alarde de su talento histriónico para llevarnos a otro género teatral, con la seriedad y respeto que el escenario teatral y el público merecen. Y no es para menos que José Antonio realice de esta forma su trabajo, puesto que como lo hemos hecho notar por diversos medios a lo largo de este 2013, esa magistralidad no se desarrolla de un día para el otro, y el talento del Sr López Tercero, es un claro reflejo de su XX Aniversario de Trayectoria Artística que cumple en este año. ¡Qué gran forma de festejar tu aniversario José Antonio!
Ahora el reto para nuestros lectores es atreverse a vivir la experiencia de presenciar ¡Respira!
Para conocer más información sobre este montaje, visita su sitio en internet: Calomba Respira
Imagen: Cartel presentado en el sitio internet de la puesta en escena.
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